Abogado de crímenes de cuellos blancos, abogados penalistas

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Brindo servicios de asesoría legal y representación letrada para todo tipo de casos crímenes de cuellos blancos. Me especializo en este tipo de temas y practico no solo con los conocimientos que he adquirido teóricamente, sino además con la experiencia práctica nacional e internacional que he podido apreciar con el paso de los años. Este tipo de delitos son muy particulares y tienen un perfil singular que muchos abogados desconocen por la falta de experiencia en este tipo de casos.


¿En qué consisten este tipo de delitos?
Los delitos de cuello blanco, también llamados delitos de guante blanco, son aquellos que se realizan mediante la malversación de los fondos de usuarios vulnerables o de empresas y firmas, cuyo propósito fundamental es hacerse de dinero y ganancias a través de fraudes y ¨robos con clase¨. Este tipo de delitos son muy particulares, pues tienen características únicas que de hecho hacen honor al nombre con el que se les reconoce, por ejemplo, se les cataloga con el apellido de ¨blancos¨ porque los involucrados no tienen aparentemente un contacto delictivo directo con el hecho que ejecutan como suele ocurrir en otros delitos, pues como están dirigidos al patrimonio y los bienes de las personas, este tipo de actos se realizan ¨sin ensuciarse las manos¨.


Estos delitos representan una amenaza para el orden socioeconómico, más que para la integridad física de las personas, porque comprenden varias figuras delictivas como la falsificación de monedas y la apropiación indebida, que ciertamente en la mayoría de los casos resulta muy complicado detectar al autor del hecho, por lo que se llega a tomar medidas muy recrudecidas con los detenidos por este tipo de delitos. En algunos casos las sanciones comprenden penas muy cercanas al límite máximo del marco establecido en Ley, a modo de escarmiento y reprensión pública.


¿Quiénes son los autores en los crímenes de cuellos blancos?
Debemos tener en cuenta que en muchos casos suele ser utilizado incorrectamente el término ¨trabajadores de cuello blanco ¨, pues para nada tiene que ver con el asunto que estamos tratando, en este caso, los trabajadores de cuello blanco son profesionales asalariados que tienen un mínimo de estudios y realiza tareas semiprofesionales como por ejemplo de oficina o administración en diferencia con un trabajador de cuello azul que realiza su profesión mediante el trabajo manual.


Por su parte el responsable por un delito de cuello blanco es una persona que ostenta un estatus socialmente alto o reconocido, como por ejemplo una persona que goza de cierto respeto en su entorno, por su posición económica, y realiza la infracción en el desempeño de su labor como profesional, exactamente lo que sucede en este tipo de delitos es que su autor no es visto socialmente de igual forma que los autores de otros delitos, pues no son vistos como ¨delincuentes¨, ya que son individuos que se inmiscuyen en un área gris de lo legal y que tiene ciertos conocimientos generales que le permite como hombre de negocio y profesional que es realizar el delito, el cual se ejecuta de forma muy camuflajeada y que resulta excesivamente lucrativo, lo que hace que sea prácticamente imposible ser visto socialmente como un criminal.


¿Por qué es importante que localice un abogado que le asesore en este tipo de situaciones?
Las formas más típicas en que se materializan este tipo de delitos son la apropiación indebida, la estafa, falsificación, evasión de impuestos, fraude, lavado de dinero y malversación de caudales públicos pues, aunque existen sin duda alguna otras formas en las que se puede tipificar los delitos de cuellos blancos, estas son las más practicadas a nivel mundial. La mayoría de estos casos se tratan de desfalcos millonarios y teniendo en cuenta que en dependencia de la cantidad económicamente estimada, se agrava la situación del infractor, es totalmente valorable a priori la necesidad de un abogado experto que brinde sus servicios con la seriedad y secretividad que requiere la situación.


Es importante saber que el abogado en un proceso penal se encarga directamente de 2 objetivos fundamentales, de los cuales se desprende el resto de las acciones que desarrolla a lo largo del caso. Primeramente, el abogado tiene la obligación de representar a su cliente y por tanto los intereses del mismo, por lo que es el encargado de transmitir y hacer un hecho las necesidades de su representado.

Por otra parte le corresponde velar por la Objetividad del proceso, lo que significa que se encarga de tratar que no se viole la imparcialidad que debe regir todo caso, pues como todo proceso penal, en estos casos intervienen 3 sujetos: Tribunal, Fiscal y Abogado, pero solo dos de estos sujetos son partes en el proceso: Fiscal y Abogado, pues el Tribunal nunca puede ser parte en un proceso, ya que su posición como juzgador se lo impide, ya que debe ser imparcial, así que le corresponde al letrado velar porque el proceso fluya sin parcializaciones que resquebrajen la Ley, sin importar ninguno de los elemento o características que rodeen al infractor del delito.